Álvaro Gómez Zamora
Álvaro Gómez de Zamora Moreno, con apellidos que dan certidumbre a su condición de moracho nació en el mismo año en que se inventó el ordenador personal, que venia a abrir una nueva época en la historia de la Humanidad, al ser una revolución en muchos sentidos, empezando por el tratamiento de la imagen como medio de comunicación. Se diría que Álvaro estaba predestinado porque lo cierto es que en su obra se combinan el amor a las formas, las ideas creativas y el aprovechamiento de las innovaciones técnicas que le permiten jugar con el color y las formas de la fotografía. Su cartel anunciador del Festival de los Amigos del Castillo Peñas Negras del año 2001 es una buena muestra de la artística utilización de la imagen al servicio de una idea. La torre de nuestra iglesia se convierte en símbolo de un pueblo, el nuestro, pero también de una circunstancia, la de la Guerra de las Comunidades. Otros carteles, diseños de marcas y logotipos, “collages” con recortes de periódicos o simplemente con letras, son muestras en fin de su arte.
Dibujos, pintura y grabados, fotografía e infografía se unen en la obra de joven creador, del que pudo verse una muestra hace poco en lo Casa de la Cultura de Mora en una exposición conjunta con Javier Manzano. Su temprana afición a “pintar monos” y su singular destreza para pintarlos a través del ordenador le inclinaron a cursar el Bachillerato Artístico que fue confirmación y expresión de sus afanes. Toda una vocación esperanzada para él y para los que a la vista de lo que ha hecho hasta ahora confiamos en él.
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