Pura Maestro-Muñoz Moreno
Purificación Maestro-Muñoz y Moreno de Redrojo, antes que pintor fue músico. La música le sedujo desde niño, y siendo un niño todavía inició sus estudios musicales con don Anunciación Díaz, el gran maestro de música de toda una generación. Ya tocaba Purificación en la banda municipal, pero aún con pantalón corto, en el entierro de don Anuncia. Lo de la pintura vendría después (sin dejar la música en la que le hubiera gustado progresar si no le hubiera perseguido la fatalidad). Quiso que su hijo se aficionase al dibujo y la pintura y le compró un equipo para que empezase; pero fue él, Purificación, Pura como siempre le hemos llamado en nuestro pueblo, el que se puso a dibujar y pintar y ya no le dejó; encontró que el arte le proporcionaba un placer inefable al reproducir los paisajes, los monumentos, las calles... Ya no abandonaría esta afición hasta hoy, que la continua, ahora con más tiempo, jubilado como Corredor de Seguros.
Pura pinta las murallas, las iglesias, los palacios.., como son; pero poniendo siempre en la pulcra imagen casi con fidelidad fotográfica una personal presencia de lo “naif” como es propio de quien ha sido siempre un autodidacta, pero sólo unas gotas; porque devoto acérrimo del realismo no quiere traicionar a la realidad presente y palpable. Se diría que Pura, incansable y feliz con su trabajo, quiere llevarse para colgar en su casa o en el despacho de su gestoría, ahora en manos de su hijo, un trozo del Patrimonio de la Humanidad, con la misma devoción que quería hacer pasar por la caña y el metal de su saxofón el genio de los grandes maestros, ya fuesen del jazz o de las marchas militares.